De arquitecta a ambientalista – Entrevista a Raisa Banfield

De arquitecta a ambientalista – Entrevista a Raisa Banfield

Como parte del ejercicio de seguir incentivando el conocimiento recíproco entre los miembros que conforman la Red Latinoamericana y Caribeña de Tierras, llega nuestro primer boletín comunicacional del primer mes del año 2024 con una entrevista realizada a nuestra amiga Raisa Banfield desde Castilla de Oro y Tierra Firme. Así solían llamar los españoles a Panamá antes de 1533, año en el que adquiere su actual nombre.

Raisa Banfield como profesión es arquitecta con más de 15 años de ejercicio profesional. Ha sido fundadora y directora de distintas organizaciones de defensa ambiental y de participación ciudadana, productora y conductora del programa de educación ambiental para televisión: “Nuestro Planeta.” Fue vicealcaldesa de la Ciudad de Panamá de 2014 al 2019. En la actualidad dirige la Fundación Panamá Sostenible y la iniciativa Geoversity Design en Panamá. Asimismo, es Directora de Desarrollo Sostenible del Centro para la Integración de la Naturaleza y las Ciudades (CINC).

¿De dónde nace su vocación por la defensa del medio ambiente?

Mi vocación por el medio ambiente, por la conservación del medio ambiente, surgió de manera muy natural, muy orgánica, casi de la vida de familia, cuando al estar esperando nuestro tercer bebé, nos mudamos del centro de la ciudad o del área más urbana de la ciudad, hacia la recién entregada Base de Clayton, la última base militar que los norteamericanos traspasaron con la reversión del canal. Entonces al tener contacto con toda esta naturaleza que estaba aquí en abundancia, que más bien era custodiada por y para la conservación del Canal de Panamá, fue un chock positivo muy fuerte para mí y para mi familia, y lo que pensábamos que estaba muy bien conservado por ley y para siempre, resulta que estaba amenazado por toda la presión inmobiliaria que como siempre tienen estas zonas de valor. Entonces, básicamente de un activismo vecinal en defensa de nuestros bosques vecinos conservados, pasé a un fuerte activismo ciudadano, nacional, que me llevó a hacer comunicadora ambiental en medios de comunicación hasta luego la conformación de ONGs en defensa del medio ambiente. Así que fue una cosa no planificada, pero casi tuvo prevista en los planes de Dios, porque realmente ha sido mi forma de realizarme humana y profesionalmente, también, en pro de esta conservación en la defensa también, de la sostenibilidad de mi país.

¿Cómo es que nace Fundación Sostenible y qué papel desempeña ante las diversas problemáticas que aquejan a Panamá desde hace ya varias décadas en términos ambientales y ligados en buena parte al Canal transoceánico?

La Fundación Panamá Sostenible nace en el 2010 por varias circunstancias. Yo fui invitada en el 2007 luego de mi activismo individual, vecinal, prácticamente a hacer parte de la fundación de la primera ONG de defensa ambiental que se llama Centro de Incidencia Ambiental de Panamá y es una organización dedicada a la defensa del medio ambiente, no solamente con el activismo y las protestas, sino, también, por la defensa legal. Es la única ONG con abogados ambientales dedicados a la defensa del patrimonio natural panameño. Entonces, yo fui parte de eso, pero luego de tres años, ciertas circunstancias me llevaron a la salida del Centro y en esa salida, me di cuenta que ya por lo menos en esos tres años habíamos contribuido a la conciencia de lo que no se debe hacer, lo que contaminaba, lo que deterioraba el medio ambiente, lo que destruía nuestra naturaleza, pero muchos, sobre todo promotores, empresarios decían: “ok, ya entendí que esto está mal, pero, ¿qué tengo que hacer?¿cómo lo puedo hacer bien o mejor?”, y eso me dio a entender que con esa misma insistencia en que señalábamos lo que estaba mal, contribuyéramos a crear alianzas y propuestas que nos llevaran a mejorar nuestras prácticas. Entonces, Panamá Sostenible surge como un espacio para educar, para crear alianzas y sinergias en la construcción de propuestas, alternativas hacia las malas prácticas, hacia la sostenibilidad y para comunicar, porque en la comunicación entendíamos que estaba también la clave de la divulgación, la difusión y del conocimiento común para mejorar. Así que desde el 2010 surge esta organización, y hoy día trabajamos con comunidades vulnerables tanto en el área urbana como en el área rural, pero también buscamos apoyar a iniciativas privadas, particulares, que están tratando de mejorar sus prácticas, de disminuir su huella ecológica y creemos que en la búsqueda de esas sinergias entre el conocimiento, los recursos, la apropiación de la ideas podemos construir ese impacto, porque sumado los esfuerzos, el impacto se hace mayor a beneficio del medio ambiente.

¿Qué fue lo que le motivó a adherir al Programa y la Red Latinoamericana y Caribeña de Tierras y cuál considera usted que ha sido el aporte del Programa a toda la labor que realiza como activista ambiental?

Cuando recibí la invitación, se estaba conformando la Red. Todavía no sabíamos bien quienes participarían, yo estaba en la alcaldía y recuerdo que yo estaba ya por terminar mi último año y pensaba: cuando salga de la ciudad, de la administración de la ciudad, quiero trabajar por mi país, pero no sólo por Panamá, sino también por la región. Quiero generar alianzas, trabajar en redes latinoamericanas que promuevan esa visibilización de nuestro bien común, que es nuestra cultura, nuestro patrimonio natural, nuestra riqueza histórica y cultural, y entre las llamadas que recibí fue la de Rosario Tapiero para conformar esta Red que todavía no se sabía bien de que iba y como iba, y recuerdo ese primer encuentro en Tocancipá cuando ya nos vimos cara a cara con todos. Ahí entendía que sí, que Latinoamérica estaba llena de dolores, de amenazas, de desafíos, de muertes, también a raíz de esta defensa de la tierra, de lo nuestro. También, tenía esa posibilidad de consolidar esperanza, solidaridad, de unirnos como hermanos en la visibilización de toda esta riqueza que nos une, que nos hace la Latinoamérica hermosa que somos, pero también en solidaridad ante los problemas de cada uno.

También podemos estar en el Amazonas brasileña peleando junto a nuestros hermanos o en el sur de la Patagonia con nuestros hermanos chilenos ante las amenazas que tienen también de otro tipo de explotaciones o en el norte de México, pero escucharnos, sabernos que estamos, que yo estoy para ti y tú estás para mí en lo que tú estás haciendo, nos fortalece, nos dignifica, nos empodera como hermanos latinoamericanos. Creo que esto es lo más valioso que tiene la Red, que nos permite saber los unos de los otros, que no estamos solos. Yo me sentía acompañada de la Red cuando estábamos en los peores días en contra de este contrato minero a pesar de que no había nadie de la Red aquí en Panamá en ese momento. Pero yo sabía que esta es una lucha latinoamericana y que lo que hacemos en Panamá evidencia nuestra posibilidad latinoamericana de defender el patrimonio que nos es común.

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